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Finanzas

La deuda como palanca de crecimiento

May 13, 2025

En general, endeudarse se percibe como algo negativo, cuando esto no siempre debería ser así, ya que todo depende del objetivo que se quiera conseguir y de la capacidad futura de repago que se disponga, donde la función del CFO tiene mucho que aportar en esta gestión.

En sí, la deuda se trata de una herramienta (“poderosa” si es bien utilizada), que permite no solo optimizar la estructura de capital, sino también tender a una mejora de la rentabilidad media del negocio, siempre y cuando se aplique correctamente en activos con rendimientos superiores al coste de la misma, y de esta forma “acelerar” el crecimiento de la compañía. 

Es aquí donde el CFO debe asumir la figura de “arquitecto”, tanto en el diseño como en la construcción de una relación óptima y balanceada entre el capital propio y la posibilidad de acceder a recursos ajenos. 

Hablamos de una acción que requiere no solo de precisión, sino también de una precisa visión sobre el futuro del negocio, donde se deben de equilibrar los riesgos a asumir, con los retornos previstos.

La deuda mal gestionada y sus consecuencias

Sin embargo, al igual que como sucede en física, “toda fuerza aplicada tiene su contrapeso”, por lo que un nivel de endeudamiento excesivo puede llevar a desestabilizar la estructura financiera, y provocar que los flujos de caja futuros, no sean suficientes para amortizar, tanto el principal como los intereses.

Es importante destacar que mientras una deuda bien gestionada, puede potenciar la rentabilidad y la expansión, una mal estructurada podría hasta comprometer la estabilidad financiera e incluso llevar a la organización a un estado de insolvencia, desde donde es muy difícil salir.

No hay que olvidarse que la ventaja fundamental que tiene el endeudamiento en una empresa, no deja de ser económica, siempre y cuando los rendimientos obtenidos sobre los activos a los que se dirige, sean superiores al coste de la misma.

No hay que olvidarse que la ventaja fundamental que tiene el endeudamiento en una empresa, no deja de ser económica, siempre y cuando los rendimientos obtenidos sobre los activos a los que se dirige, sean superiores al coste de la misma.

Rentabilidad vs riesgo: una relación frágil

Es por esto que endeudarse puede resultar la opción más rentable, eso sí, siempre y cuando se pueda mantener esta relación, ya que caso contrario, “se acaba la felicidad”, incrementando el riesgo patrimonial sobre un posible impago.

A la vez, hay que considerar que no existen “fórmulas mágicas” ni “recetas” que puedan definir cuál es la proporción ideal, que puede asumir una compañía sobre los niveles de capital propio y endeudamiento.

Es tarea del CFO adoptar las mejores decisiones al respecto, con el objetivo de encontrar el mejor “equilibrio” posible, lo que significa, asumir un riesgo, que a la vez, debe de gestionarse.

En este contexto, soluciones de tesorería como Embat ofrecen al equipo financiero una visión consolidada de la deuda financiera, integrando información clave como los importes pendientes, los calendarios de amortización y las condiciones asociadas a cada operación de financiación. Esta visibilidad facilita el seguimiento diario, minimiza el riesgo de errores operativos y permite tomar decisiones más claras sobre la estructura y el coste de la deuda.

Por lo tanto, es fundamental diferenciar una deuda “buena” de una “mala”, garantizando que el nivel que finalmente se asuma en la organización, sea en todo momento una herramienta estratégica orientada al crecimiento y que la misma, no se convierta en una carga financiera insostenible en el tiempo.

Evaluar antes de actuar: análisis y escenarios

Por esta razón, debe de realizarse un análisis previo sobre el retorno esperado, mediante la simulación de diferentes escenarios, y lo mismo sobre sus correspondientes amortizaciones, asumiendo niveles de apalancamiento que no generen un riesgo innecesario, para lo cual pueden valer ciertos ratios de seguimiento, como ser: Deuda/EBITDA, Deuda/Patrimonio,...

Resulta también fundamental por parte del CFO, el saber seleccionar que tipo de deuda se adapta mejor a los objetivos que en cada momento tenga la empresa, considerando el “tiempo” de lo que se busca financiar (corto vs largo plazo), como así también los instrumentos que mejor se adapten (pólizas de créditos, préstamos hipotecarios, sindicados,...).

El CFO como estratega del crecimiento sostenible

Por lo tanto, es parte de la función del CFO la de ser capaz de actuar como el estratega que utiliza el potencial de la deuda, no solo como una vía de obtención de fondos, sino más bien con el “catalizador” que favorezca el crecimiento sostenible y la creación de valor para la organización en el largo plazo. 

Su éxito no depende solamente de poder acceder al financiamiento, sino más bien de saber cuándo, cómo y para qué utilizar la deuda, manteniendo en todo momento el equilibrio entre el crecimiento deseado y el posible riesgo que puede ser asumido.

Carlos
Serrano García-Lisón
Co-CEO @ Embat
Carlos Serrano, Co-CEO de Embat, cuenta con una sólida trayectoria en finanzas corporativas tras su experiencia en J.P. Morgan y TowerBrook Capital Partners en Londres. En Embat, su objetivo es ayudar a los equipos financieros de medianas y grandes empresas a aportar valor estratégico, optimizando la gestión de tesorería y facilitando la toma de decisiones clave.

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